Articulo 005

La radiografía que el SARS-CoV-2 nos da de la sociedad

Consejo Interno del C3

Centro de Ciencias de la Complejidad

Agosto 2020

Desde su creación en el año 2008, el Centro de Ciencias de la Complejidad (C3) de la UNAM trabaja desde una perspectiva interdisciplinaria en problemas que afectan drásticamente a la sociedad mexicana tales como cambio climático, regeneración de ecosistemas, obesidad y diabetes, movilidad y transporte, propagación de epidemias y corrupción social, por mencionar sólo algunos ejemplos. El COVID-19 es también un problema complejo que está afectando drásticamente a nuestra sociedad.

De hecho, la pandemia provocada por el virus SARS-CoV-2 es uno de los problemas complejos más grandes a los que México (y el mundo) se ha enfrentado en las últimas décadas. Es un problema complejo no porque sea complicado o difícil de resolver, que sí lo es, y mucho, sino en el sentido más amplio de la palabra, plexus, que significa trenzado, “una red formada de muchas partes distintas que interactúan” y de la cual emergen comportamientos que no se pueden explicar sólo por la suma de los comportamientos de las partes que la componen. Como un “complejo industrial”.

En los más de cinco meses que han transcurrido desde el primer caso de coronavirus en México, y más de siete meses desde que se reportó el primer caso en el mundo, nos ha quedado claro que la pandemia provocada por este virus no es sólo un problema médico o biológico, sino también social, económico, cultural y político. Un problema que ha trastocado prácticamente todos los aspectos estructurales y dinámicos de nuestra sociedad.

Después de casi 585 mil contagios y más de 63 mil muertes es claro que en México no se están implementando las acciones adecuadas para contener la propagación de la epidemia, lo cual nos lleva inevitablemente a preguntarnos: ¿qué estamos haciendo mal? ¿por qué México se ha convertido en uno de los países con mayor tasa de crecimiento de esta enfermedad y el tercero en defunciones? ¿Qué podemos hacer para cambiar esta tendencia? Pocas veces antes un problema social había sido estudiado con tanto detalle por la comunidad científica, y el conocimiento generado nos permite dar un paso atrás, reconocer los errores que se han cometido, replantear las estrategias que se han implementado y formular nuevas soluciones.

Desde la perspectiva de los sistemas complejos y con base en la experiencia y conocimientos que se han desarrollado tanto en el C3-UNAM como en otros centros e institutos de investigación nacionales y extranjeros, consideramos que las siguientes problemáticas deben atenderse de forma urgente y prioritaria si queremos mitigar los efectos de la pandemia que actualmente agobia a México:



El SARS-CoV-2 y la pandemia que ha generado nos ha permitido ver una radiografía de alta definición tanto de nuestra sociedad como de nuestros líderes gubernamentales, y debemos aprender de lo que estamos observando en esta radiografía para tomar decisiones y emprender acciones que permitan solucionar este problema complejo que ya ha cobrado la vida de más de 58 mil personas en México y casi 800 mil personas en el mundo. Esta radiografía nos ha mostrado una serie de enormes virtudes tales como la colaboración, apoyo, sacrificio del personal médico, empatía y capacidad de organización. Pero también nos ha mostrado un conjunto de deficiencias que es necesario valorar, discutir y replantear para poder superar esta crisis desde muchos puntos de vista, en particular para el caso de México cuya curva de contagios a nivel nacional aún sigue creciendo rápidamente a pesar de los esfuerzos por “aplanar la curva”.

Siendo esta pandemia un problema complejo (constituido por muchos factores distintos que interactúan), su solución requiere también la implementación de medidas en muchos ámbitos distintos. Detener la propagación del coronavirus en México es responsabilidad de todos los mexicanos y cada persona debe contribuir con su parte. La comunidad científica tanto mexicana como internacional está haciendo su mejor esfuerzo para logarlo y la información obtenida día con día en los laboratorios, centros e institutos de investigación debe propagarse de manera eficaz y veraz a toda la sociedad. Proyecciones estadísticas basadas en algoritmos genéticos (alimentados con los datos oficiales) muestran claramente que actualmente en México estamos en la etapa de mayor número de contagios. Decir que la pandemia en México se está controlando, o que la curva se está aplanando, o que ya pasamos lo peor, no solamente es mentira sino una irresponsabilidad mayúscula. Es claro que México no puede detener su actividad económica, sobre todo tomando en cuenta que la mayoría de mexicanos dependen de ingresos obtenidos cada día. Pero a los ciudadanos se les debe dar información veraz y objetiva de tal forma que tengan las herramientas necesarias para que estén alerta y salgan a trabajar minimizando los riesgos de contagios.

Si bien detener la pandemia es responsabilidad de todos, es el Gobierno quien tiene la mayor responsabilidad de, y los medios para, difundir información verídica a través de campañas educativas y a través de la imagen que los líderes gubernamentales transmiten con sus acciones a todos los ciudadanos. Desde acciones tan sencillas como el que los gobernantes utilicen cubrebocas, hasta medidas más tecnológicas como monitorear a los superpropagadores y personas asintomáticas o estudiar la movilidad social. Siendo la propagación de esta epidemia un problema complejo, su solución estará compuesta por muchos factores. Es ahí donde la ciencia y la colaboración entre diversas áreas del conocimiento son fundamentales para implementar y establecer estrategias de respuesta.

Cualquier medida para detener la propagación del virus, por pequeña o grande que sea, debe intentarse, pues las vidas de miles de personas son las que están en juego.