Antropología: el hombre y su complejidad

Jessica Gamiño González*

Marzo 22, 2018
No. 15/2018

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Ilustración: Joram Patiño, 2017

“El problema con las ciencias sociales es que todo lo que tocamos, lo transformamos…”
Alí Ruiz Coronel, 2017.

La antropología es una ciencia compleja que se encuentra “en el lindero entre lo social y lo biológico”, expuso Alí Ruiz Coronel, doctora en Antropología por la UNAM durante el Coloquio del C3 en agosto pasado. Ruiz primero abordó algunas de las teorías de la antropología moderna para luego presentar parte de su investigación y explicar la problemática enfrentada por las personas en situación de calle en la Ciudad de México.

Teniendo como marco la teoría científica de la cultura propuesta por Bronislaw Malinowski, fundador de la antropología social, que expone la importancia de las necesidades culturales a la par de las orgánicas, para la antropóloga: “la cultura es una realidad en sí misma, (...) se vuelve una verdad que impone sus necesidades al ser humano”, pues la interacción entre personas es aquella que da potencial a lo que es cada una.

Malinowski propone que el rasgo esencial de la cultura es la organización de los seres humanos en grupos permanentes que son llamados “instituciones” y que representan las formas organizadas del hombre, que crea y satisface sus necesidades en función de ellas.

Sin embargo, hay necesidades básicas de las personas que son impuestas por cada cultura y deben ser satisfechas, reproducidas, y conservadas permanentemente y de forma colectiva, dijo la antropóloga.

Es por ello, que las necesidades a las que el hombre debe dar respuesta están relacionadas de forma particular con los grupos a los que pertenece y las instituciones que lo acompañan, lo cual tiene cabida en la explicación antropológica a problemas sociales enfrentados por grupos vulnerables.

“La base del error es concebir que la evolución social es sinónimo de progreso unilineal, necesario, constante y finalista”, explicó Ruiz. Dadas las condiciones espacio-temporales en las que cada persona/grupo se desarrolla, cada cultura tiene rasgos propios que no necesariamente son útiles a otra cultura.

COMPLEJIDAD EN LA CALLE

Desde hace 10 años, la antropóloga se ha dedicado a realizar trabajo etnográfico con jóvenes en situación de calle. Son, de acuerdo con Ruiz, un numeroso grupo propenso a la “falta de atención institucional”.

En el compendio de tesis publicado por la Institución de Asistencia Privada Ednica La calle como objeto de estudio, del cual Ruiz es editora, escribe: “la callejerización es un proceso adaptativo en el que el individuo se transforma física, psicológica y socialmente para conseguir la sobreviencia en la calle”. La antropóloga busca comprender el complejo entramado que compone este fenómeno en el que se involucran distintos factores: social, sanitario, medioambiental, y biológico.

Esta investigación se encuentra vinculada con instituciones como el Instituto de Geografía de la UNAM, el departamento de Urbanismo de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), y organizaciones civiles como Ednica, El Caracol, y Circo Volador, dedicadas también a la reinserción de las personas en situación de calle a la sociedad.

La propuesta del grupo de trabajo del que forma parte Ruiz incluye oportunidades laborales y de vivienda, para conducir a infraestructura urbana que pueda construir una “ciudad sustentable justa”. Como metodología para encontrar estas áreas vulnerables utilizan la georeferenciación de rutas (localización geográfica) y la cartografía social (producción de mapas) apoyados en la convivencia cercana.

Ruiz Coronel explicó que en general, el mayor problema derivado de su condición ––la de no tener un lugar dónde vivir–– es su mal estado de salud. En colaboración con el Instituto Nacional de Geriatría (INGER) y el Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM, logró introducir el concepto de “fragilidad” ––un deterioro en salud a causa del envejecimiento de las personas–– al contexto de los jóvenes en situación de calle. Los primeros resultados muestran que las personas en condición de calle desarrollan fragilidad siendo aún jóvenes por las condiciones en que viven.

También se trabaja desde el ámbito de las neurociencias para comprender los efectos que tienen sobre las personas en situación de calle la falta de sociabilidad, la violencia, las drogas, y la mala alimentación, entre otros.

INVISIBLES

Uno de los problemas que enfrenta esta población vulnerable, advierte la antropóloga, es que dentro de las sociedades contemporáneas existe una cultura en la que “el otro” es relegado de forma política, económica, y social. La falta de hogar resulta en una exclusión de censos y estadísticas, e incluso de una ausencia en el trabajo de campo llevado a cabo por científicos sociales. Además, al morir, las personas de la calle terminan en la fosa común lo que se traduce en una ausencia total de identidad.

De esta forma, el mayor problema dentro del ámbito social de su investigación es la “invisibilidad” de estos jóvenes por el resto de la sociedad, lo cual provoca indiferencia y falta de acción ante su situación.

Ruiz Coronel concluye que las personas de grupos vulnerables, en este caso en situación de calle, “son iguales a nosotros, pero en diferentes circunstancias”, lo que hace necesaria a la antropología para poder comprender dichas circunstancias y explicarlas mejor a una sociedad que se niega a ver.

*Becaria del Programa UNAM-DGAPA-PAPIME PE308217

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