Abierto al público:
Lunes a viernes 11:00 a 14:00 horas y 17:00 a 18:30 horas

Antonio Gritón (Antonio Ortiz Herrera, Ciudad de México 1953) estudió física en la Facultad de Ciencias de la UNAM aunque en su labor profesional se ha enfocado a las artes plásticas. Fue miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte (2003 y 2012), recibió menciones honorificas en el Bienal Nacional de Monterrey I y VI, y se le otorgó el Premio en Pintura en la VII Bienal Nacional de Artes Visuales en Yucatán, 2015.

Sus exposiciones individuales y colectivas han sido presentadas en distintos estados de la república mexicana, así como también en Canadá, España y Suiza. Su producción artística de pintura y escultura es experimental, porque utiliza e inserta objetos de la estética popular y del mercado de consumo masivo. En su obra aborda temas vinculados a fenómenos sociales como: globalización, migración, derechos humanos y medio ambiente. Su trabajo se caracteriza por mantener un espíritu lúdico, con humor pueril e irónico.

Es fundador de la revista Réplica 21 (2012) y del Museo de Arte Público de Tlalpan (2005). Entre sus obras destaca el Breve Diccionario Visual de Nahuatl (2009).

Antenas que cambian al mundo

La antena para cambiar el mundo es una obra plástica concebida como un objeto que puede ayudar a cambiar al mundo. Para El Gritón, como se conoce popularmente al artista, “[ante la] pregunta si el arte puede cambiar el mundo o no, yo siempre he pensado que sí: que el arte ayuda a cambiar el mundo”.

La antena funciona cuando se generan microcorrientes de aire por los cambios de temperatura, y los listones comienzan a vibrar, reflejando ciertos colores y absorbiendo otros. Todo un espectro. Para el autor, las vibraciones esparcen “la buena ondéz” por la atmósfera, lo que provoca buen estado de ánimo en las personas, lo que favorece que generen ideas para cambiar el mundo.

La idea de formar una estructura con los listones surge por las referencias y la simpatía que tiene el artista con las comunidades indígenas de Chiapas, México, en específico, la expresión cultural de los sombreros de los Chamulas. Asimismo, en la obra conserva la gama de colores que utiliza comúnmente en sus pinturas, ya que siempre omite los colores oscuros y se basa en la teoría del color del artista alemán Josef Albers.

La obra artística de El Gritón ha sido instalada en diferentes sedes como el Archivo Pinto mi Raya, Centro Cultural “La Quiñonera”, Casa de Cultura San Rafael, Librería “José Cuesta”, y durante festivales como el Ollin Kan 2017, en Tlalpan, y CompArte por la Humanidad, en San Cristobal de las Casas.

La antena para transformar al mundo: una obra compleja

Para Antonio Gritón, el objetivo de la instalación de la Antena en el Centro de Ciencias de la Complejidad de la UNAM es acompañar a los investigadores en el desarrollo de proyectos para buscar soluciones que cambien al mundo por uno mejor para la humanidad.

Manolo Cocho, artista visual y responsable del programa académico Arte, ciencia y complejidad del C3, considera que la obra de Antonio Gritón tiene de trasfondo un proceso de investigación con enfoques científicos de diferentes disciplinas. Esto porque el criterio de su producción artística, como distintivo, es de un espectro inter y multidisciplinario. “Su obra es muestra de un ejercicio artístico de la complejidad”.

La antena para transformar al mundo desde la complejidad surge por la convergencia de la antropología social y la física. Es una mezcla de las tradiciones de las culturas indígenas de Chiapas, y funciona según los principios de frecuencias de ondas emitidas en forma de luz visible por los colores y su posible influencia en el mundo que rodea a las antenas.

Para Cocho el funcionamiento de la antena genera un “efecto mariposa”, porque cada acción e interacción repercutirá en el más mínimo rincón del universo.