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Improvisación sintetizada

  Jessica Gamiño González
   6 de abril de 2018

Improvisar es dejarse llevar por lo que uno siente. Improvisar es también, en la música, encontrar las posibilidades que tiene un loop (repetición electrónica de un sonido) de convivir con otros sonidos, explicó Alina Hernández en entrevista luego de su presentación dentro del ciclo Jueves de Música en el C3.

La improvisación contiene “vértigo y encanto”, dice Hernández, formada en el Conservatorio de las Rosas y en la Orquesta Escuela Carlos Chávez. Fue la improvisación lo que la movió a dejar las orquestas y los escenarios en 2014 para dedicarse a crear sets donde las cuerdas del violín se acoplan a los sonidos producidos por pedales, mezcladores o launchpads.

La idea de mezclar su formación clásica con el sonido sintetizado surgió por el asombro de “cómo la electricidad puede producir sonidos” y por las posibilidades musicales que en conjunto se obtienen.

Su música se compone de las vibraciones del violín y de “algunos sonidos reales y otros más que están inspirados en lo que escucha y ha tratado de imitar para construir sus propios sonidos”, dice. El mejor ejercicio para un improvisador musical es, según Alina, convivir con otros músicos y reflexionar sobre lo que hacen, para profundizar en sus creaciones.

Para crear un set ella toma en cuenta el sonido inaugural para de ahí empezar a explorar, así como el tiempo en que puede desembocar, pero, sin duda, lo que marca la pauta para iniciar o terminar un set de improvisación es “la sensación”, comenta la intérprete.

Hernández se ha enfrentado al reto de crear música para teatro, y ante la necesidad de componer para armonizar una idea que no es originalmente suya, explicó que lo más importante para ella es poder platicar con el creador de la obra teatral sobre cómo obtuvo la inspiración para esa historia, la descripción de escenarios y momentos que la permitan ubicarse en una atmósfera similar y encender la chispa de la inspiración.

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Hernández se ha enfrentado al reto de crear música para teatro, y ante la necesidad de componer para armonizar una idea que no es originalmente suya, explicó que lo más importante para ella es poder platicar con el creador de la obra teatral sobre cómo obtuvo la inspiración para esa historia, la descripción de escenarios y momentos que la permitan ubicarse en una atmósfera similar y encender la chispa de la inspiración.

Uno de sus intereses futuros es poder grabar un material con el set que ya tiene preparado pues esto “te permite arreglar muchos detalles que las presentaciones en vivo no”, además de que eso le permitiría también crear colaboraciones con otros músicos y expandir su horizonte musical.

*Becaria del Programa UNAM-DGAPA-PAPIME PE308217

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