Viaje musical
Ángel Garduño-Sánchez*
21 de marzo de 2019
El pasado 14 de marzo, el guitarrista Hugo Medina y la violonchelista Edith Angélica Ramírez se reencontraron dentro del ciclo de Jueves de Música en el Centro de Ciencias de la Complejidad (C3) de la UNAM. En esta ocasión, para ofrecer un recital como dueto. Juntos dan vida al ensamble de cuerdas Kosmos Dúo, dedicado a difundir música latinoamericana moderna y contemporánea.
Para su primera pieza, Medina advirtió “no los quiero predisponer a lo que van escuchar […] va tomando forma poco a poco […] desde algo que parece ruido a formar algo parecido a
un acompañamiento”. Con la música Tres imágenes del compositor chileno/sueco Mauro Godoy-Villalobos, el público absorto observó sin parpadear cómo los músicos se dedicaron con toda concentración a la construcción de la melodía, una pieza con sonidos modernos pero matizada por la dulzura de las cuerdas.
A partir de la amistad
“Conocí a Edith en el 2011 o 2012 en el Festival de Música de Cámara de Aguascalientes”, dijo Medina en entrevista. Ramírez se presentó con el ensamble “El Cuarteto del Desierto” y Medina con el cuarteto de cuerdas Tetraktys. En ese encuentro “me dio la impresión de que Edith es de las personas que hace las cosas desde el corazón […] y no siempre es fácil encontrárselos”.
Años después se reencontraron en una avenida de Coyoacán y cayeron en cuenta que vivían muy cerca. Tras una plática acompañada con un café del Jarocho “surgió la posibilidad de empezar a montar repertorio para chelo y guitarra”, dijo Ramírez. “Podríamos decir que fue a partir de la amistad […], ya ahorita no, ahora son intereses económicos”, bromeó la violonchelista.
Único e irrepetible
Son pocos los ensambles compuesto por un chelo y una guitarra. Son aún menos los dúos que se aventuran a tocar música de concierto. Debido a que este tipo de ensamble no es común, Ramírez y Medina tuvieron que realiza un rastreo de obras comenzando por seleccionar obras melódicas clásicas. Sin embargo, hoy en día su repertorio es más contemporáneo y latinoamericano.
Para el concierto realizaron una curaduria que prentendía “un viaje desde algo muy difuso a algo muy rítmico y con mucha forma”, mencionó Medina. Ramírez agregó, “lo padre también es que aunque es poquito repertorio hay una gran variedad de estilos”.
Finalizaron el recital con un arreglo, hecho por Medina, de la pieza Libertango del compositor argentino Astor Piazzolla. En esta pieza se reconoce una melodía y un ritmo más tradicional, “es como si la última pieza hubiera sido una pintura realista y la primera una obra de Kandinsky o Pollock”, explicó el guitarrista.
Sobre el futuro, el dueto de cuerdas planea montar nuevo repertorio y buscar otros espacios fuera del país además de que hay la posibilidad de que pronto saquen un nuevo disco.
Al término del concierto el ensamble invitó al público a seguir
al tanto del Ciclo de Jueves de Música del C3, del cual Ramírez es curadora. Los conciertos se llevan a cabo cada quince días y la entrada es libre.